Los animales no pueden decirnos si algo les duele, por lo que debemos estar atentos a ciertos signos de alerta:
- Cambios en el apetito: Comer mucho menos o mucho más de lo habitual puede indicar un problema.
- Pérdida o aumento repentino de peso: Un cambio brusco en su físico es una mala señal.
- Vómito frecuente o diarrea: Puede ser señal de intoxicación o enfermedad digestiva.
- Falta de energía: Si tu mascota está más inactiva de lo normal, algo podría andar mal.
- Dificultad para respirar: Si jadea demasiado o hace ruidos extraños al respirar, acude al veterinario.
- Picazón constante o caída excesiva de pelo: Puede ser un problema dermatológico o de salud.
- Cambios en sus hábitos de baño: Si orina con dificultad o defeca en lugares extraños, podría haber un problema interno.
Siempre es mejor prevenir que lamentar. Si notas alguna de estas señales, consulta con un veterinario lo antes posible.