Existen numerosos detonantes que pueden provocar una convulsión en el perro, pero a nivel fisiológico siempre ocurrirá el mismo fenómeno: se producen descargas electroquímicas e incontroladas en el cerebro, lo que se traduce en la sintomatología que hemos mencionado anteriormente.
Se trata de una enfermedad incurable cuyo tratamiento se dirige a disminuir y prevenir los ataques epilépticos, generalmente un perro que sufra esta patología mostrará su primera crisis entre los 6 meses y los 5 años de edad.
Existen además patologías que generan convulsiones como el Distemper canino, las Enfermedades Ehrlichiales, la Encefalopatía Hepática y otras, las cuales deben diferenciarse muy bien de la epilepsia primaria y se deben tratar de forma completamente diferente.
Dosificación:
15 gotas, cada 12 horas o 4 veces al día según sea el caso.
Esencia floral presentación: frasco gotero por 50 mL.
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